Con «helenismo» se entiende tanto la época como la cultura predominantemente griega que dominaba en los tres reinos helenísticos: Macedonia, Siria y Egipto.
Empieza con las conquistas de Alejandro Magno (356-323), discípulo de Aristóteles (ambos de Macedonia), que unió la civilización griega con Egipto y todo el Oriente hasta la India.
El helenismo se caracterizó por el hecho de que se borraron las fronteras entre los distintos países y culturas. Surgieron varias nuevas religiones que recogían dioses e ideas de algunas de las antiguas naciones.
Empieza con las conquistas de Alejandro Magno (356-323), discípulo de Aristóteles (ambos de Macedonia), que unió la civilización griega con Egipto y todo el Oriente hasta la India.
El helenismo se caracterizó por el hecho de que se borraron las fronteras entre los distintos países y culturas. Surgieron varias nuevas religiones que recogían dioses e ideas de algunas de las antiguas naciones.
Los conocimientos filosóficos no sólo tenían un valor en sí mismos, también debían librar a los seres humanos de su angustia vital, de su miedo a la muerte y de su pesimismo. De esta manera se borraron los límites entre religión y filosofía.
Atenas continuó siendo la capital de la filosofía con las escuelas filosóficas heredadas de Platón y Aristóteles, y Alejandría se convirtió en el centro de la ciencia.
El mundo de Sofía