12.07.2009

1. el Corazón de la Rosa

Lo único que se requiere para este ejercicio es una rosa fresca y un
lugar silencioso. Los entornos naturales son lo mejor, pero una habita-
ción tranquila también sirve. Empieza mirando al centro de la rosa, a su
corazón. El yogui Raman me dijo que una rosa es muy parecida a la vi-
da: encontrarás espinas por el camino, pero si tienes fe y crees en tus
sueños acabarás cruzando las espinas para llegar al corazón de la flor.
Sigue mirando la rosa. Fíjate en su color, textura y diseño. Saborea su
fragancia y piensa únicamente en el objeto que tienes ante ti. Al princi-
pio notarás que otros pensamientos te distraen. Es el síntoma de una
mente mal entrenada. Pero no te apures, porque la cosa mejorará en-
seguida. Vuelve tu atención al objeto en que estás fijándote; tu mente
no tardará en volverse fuerte y disciplinada.