Me siento como una jarra vacía, llena de las lágrimas frustradas de los niños. Como el sonido ausente del lobo que ha dejado de existir en la ciudad. Soy yo como un espectro que se mueve sin ser percibido. Como el sueño roto de quien vio frustrada su vida. El lamento desesperado y ausente de una voz ahorcada.

Sueño con en el día en que deje de Ser y me convierta en aquello que siento, fundirme con el caos universal y entender el orden natural. Abandonar mi sosiego y cambiarlo por la nada. Desaparecer en el destello brillante de un breve parpadeo de luz. Fundirme con el oscuro vacío, inexistente, eterno, limpio.

Sentir el movimiento como un continuo. Desaparecer.

Dante
Enero 7, 2011